La humanidad, tras los innumerables destrozos y muertes
provocadas por las monstruosas batallas acontecidas en las anteriores entregas
de la saga, reniega de los robots alienígenas y pugna por la desaparición de
los mismos, por ser dueños y controladores de su propia tecnología.
En este entorno conoceremos una familia de Texas al borde
de ser expulsada de su hogar por impagos, cuya cabeza, un inventor más soñador
que realista, compra un desvencijado camión con la esperanza de poder sacar con
él un dinero que les permita salir adelante. Para su sorpresa, tras su
destrozada apariencia se esconde Optimus Prime, el líder de los Autobots, que,
agradecido por ser rescatado y reparado, peleará no sólo por esa familia, sino
por una humanidad que les ha dado la espalda pero que ahora es víctima de
viejas y nuevas amenazas.
Tras “Transformers: La Era de La Extinción” hay buenas y
muchas y malas noticias y, aunque suele empezarse por las malas, haremos una
excepción y hablaremos primero de lo bueno de esta entrega de la robótica saga,
para amortiguar un poco el volumen negativo posterior.
La labor técnica de “Transformers 4” es, una vez más y
como cabía esperar, sobresaliente con un diseño de producción impecable, unos
más que barrocos y al extremo sobrecargados efectos visuales, una cálida
fotografía..etc. Poca innovación respecto a sus predecesoras en este campo,
pero un mantenimiento si no mejora en la calidad nada desdeñable. Sumado a
ello, encuentro que el film tiene dos aciertos estéticos, la elección de los
campos de batalla, sobre todo el de China, y la aparición de los antiguos
guerreros legendarios que con su diseño dan un plus estupendo al cenit de la
acción.
Y hasta ahí las buenas noticias…
El patinazo más notable y notorio corre a cargo del
guionista Ehren Kruger (nominado dos veces a los premios Razzie en 2010 y 2012
por la segunda y tercera parte de la saga que nos ocupa y que se postula como
claro favorito para una nueva nominación) que se supera a sí mismo creando un
trabajo caótico y con una serie de catastróficos recursos que hacen que el
espectador se cuestione, en demasiadas ocasiones, si está viendo una película
de ciencia ficción, una comedia o directamente una parodia de alguna entrega
anterior de “Transformers”.
El dibujo de personajes es irrisorio con muchos de ellos
absolutamente caricaturescos (como el magnate o el amigo surfista del
protagonista, entre otros muchos) o que aún tras el visionado del film no sabemos muy bien qué
pintan en él (como la exmujer del magnate). Las relaciones entre ellos y, sobre
todo, los diálogos que mantienen, son de absoluto chiste, además de repetirse
hasta el verdadero aburrimiento (¿a alguien no le quedó claro a la sexta vez
que a ese padre no le gustaba lo corto de los pantalones de su hija?). Eso en
cuanto a los humanos, pero el retrato que realiza de los robots, sean los
héroes o los villanos, no les deja mejor parados, pues viven tal cantidad de
situaciones absurdas y dicen tal galería de tonterías, que pierden toda su
grandeza relegados a mera caricatura de sí mismos.
Dejando a un lado los personajes y fijándonos en la
historia, su estructura es caótica, desorganizada, también repetitiva y
presenta puntos tan incongruentes como inverosímiles. Aquí la catástrofe de
guión y edición se dan la mano, y hacen parecer que las (eternas) dos horas y
media de duración del film habían de ser rellenas de cualquier modo y a
cualquier precio, sin necesidad de coherencia, con chistes sin gracia y
artillería sin control pretendiendo ser suficientes. Ah, y que no falte la guinda final
de abrir la puerta a una quinta entrega aunque sea de la manera más tonta. Pues
no, señores, así no funciona.
Nunca he sido fan de la saga, pero siempre he reconocido y
disfrutado el hedonista y evasivo entretenimiento que ofrecía a la audiencia,
pero atendiendo a las opiniones de dos amigos cinéfilos con los que he
compartido debate sobre esta entrega y que sí son seguidores y amantes de los “Transformers”,
me reafirmo en mi negativa opinión tras escucharles compararla con films
paródicos como Sharknado o analizarla con carcajadas (tras el enfado inicial) escena por escena para concluir que todo
era una broma y nada más allá de una parodia al más puro estilo “Transfórmate
como puedas 4”.
En conclusión, sólo se pedía entretenimiento y
espectáculo, lo segundo lo da, mas de una manera desorganizada y poco eficaz,
pero lo primero no lo consigue ni de lejos. Ha llegado “La Era de la
Extindición”, pero para una saga que con esta entrega, ha tocado fondo. Abstinencia
de visionado recomendada.
Enoch
Trailer:
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