Lasa y Zabala son los nombres de dos integrantes de la
banda terrorista ETA que desaparecen en 1983 de la faz de la Tierra, el GAL se
encargó de su secuestro, tortura y entierro en cal viva. Pero la aparición, más
de una década después, de los cuerpos, trae el tema a la actualidad, y el
abogado de las familias de los fallecidos tratará de llevar a los responsables
al banquillo de los acusados.
Pablo Malo, director de “La Sombra de Nadie” o “Frío Sol
de Invierno”, adapta al cine unos hechos de la historia reciente guionizados
por Joanes Urkixo. Valoración política a un lado, el director se adentra en
terrenos delicados que pueden despertar susceptibilidad, conflicto y
controversia, demostrando con ello valentía, y saber hacer, tratando de no realizar
un film maniqueo ni emitir grandes juicios (pese a la imposibilidad de un
tratamiento imparcial teniendo en cuenta que la historia es narrada desde la
perspectiva del abogado y familia de Lasa y Zabala).
Centrándonos en lo estrictamente cinematográfico, “Lasa y
Zabala” es un film entretenido y de fácil visionado, con una historia narrada
de forma ágil y amena. Su ambientación es correcta, así como sus
interpretaciones, aunque muchas de ellas pequen de ser un tanto desapasionadas.
Este factor afecta un tanto al tono general del film, que sacrifica dramatismo
e intensidad por corrección y tratamiento aséptico y respetuoso de las
polémicas situaciones presentadas.
Un film correcto pero un tanto frío, interesante, pero
pequeño. Para pasar el rato sin pedirle mucho.
Enoch
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