Hace 25 años una de las más brillantes estrellas del
Hollywood clásico se apagó. Pero su brillo continúa llegando a las legiones
cinéfilas a través de la herencia cultural de un legado interpretativo
sobresaliente y una personalidad arrolladora que hace de su recuerdo, marca
imborrable. Hablamos de la gran actriz Bette Davis.
Muchos son los grandes momentos que regaló esta gran
diva, delante y detrás de la pantalla, y muchas sus obras que para siempre
perdurarán en en la memoria, como “¿Qué fue de Baby Jane?”, “La extraña
pasajera”, “Jezabel”, “La Carta”… y un extensísimo etcétera. Mas el canal TCM
para este recuerdo y homenaje en forma de documental no nos llevará a su
carrera, a sus logros profesionales, sino a lo más personal de sus últimos días
que el destino quiso que transcurrieran en nuestras tierras, a las que acudió a
alzar su último galardón, el Premio Donostia del Festival Internacional de Cine
de San Sebastián de 1989.
La narrativa de “El Último Adiós de Bette Davis”
transcurre de una forma lineal, desde el anecdótico relato del “cómo” se
consiguió que asistiera al Festival, hasta su triste y fatídica partida tras la
clausura del mismo. Uno a uno, aquellos que compartieron sus últimos días, nos
contarán, de primera mano y al detalle, su vivencia al lado de la gran diva del
cine. Muchas son las voces de esta historia, desde el rostro anónimo que fue su
chófer, pasando por distintos técnicos y responsables del festival,
periodistas, el alcalde de la ciudad… hasta la asistente personal de la actriz
que en todo momento la acompañó. Igualmente muchos son los tonos de tan
variopintas visiones, pero todos confluyen en el cariño, la admiración y la
nostalgia, en la sensación de haber vivido un instante mágico y único, y así se
sabe transmitir al espectador.
El documental, contra todo pronóstico, muestra escaso
material de archivo, para centrarse únicamente en esos últimos días y dibujar
su recuerdo no con imágenes de sus éxitos de juventud, sino con su grandeza aún
en la senectud y la enfermedad, una mujer fuerte y actriz de primera hasta el
final mostrada a través de los ojos de quienes entonces la vieron y
compartieron su adiós. Quizás más de un recuerdo esté edulcorado, magnificado
por el paso del tiempo, deformado y embellecido, pero eso ni siquiera importa,
pues lo que resta y satisface es el nostálgico placer de haber compartido un
mito rodeado de misterio y leyenda. Esta mágica atmósfera se logra con una muy
bien medida ambientación musical, con la elección de los escenarios de las entrevistas,
la sabia selección de las imágenes de la época incluidas y, sobre todo, con la
consecución de una pasión en el relato de sus protagonistas que traspasa la
pantalla.
Un documental hecho por quien convivió en mayor o menor
medida con la estrella, pero que consigue una inmediata empatía e implicación
del espectador que sólo sabe de ella a través de la pantalla haciéndolo sentir
parte de aquellos que la conocieron, parte de quienes consiguieron que esa gran
dama de la interpretación resurgiera de las cenizas en sus últimos días para
alzar un galardón y una sonrisa de pura vida, sabiéndose amada y admirada por
una audiencia, que aún hoy, 25 años después, no la olvida.
“El último adiós de Bette Davis” reaviva el fuego de una
de las miradas más inolvidables de la historia de la cinematografía, y es no
sólo recuerdo sino homenaje a una mujer irrepetible. Estupendo trabajo
altamente recomendable para amantes de la actriz, del Festival de San
Sebastián, y del cine en general.
Enoch
mE DA MUCHA TRISTEZA, PORQUE NO TE ACLARA SI SUS HIJOS LA ACOMPAÑARON LO SUFICIENTE, PERO ES TAN NORMAL EN LA SOCIEDAD ESTADOUNIDENSE. ME GUSTARÍA MÁS UNO SOBRE SU VIDA AUNQUE YA HE VISTO, BUSCARÉ LA CARTA Y LA EXTRAÑA PASAJERA PARA VERLAS.
ResponderEliminarAl final es un homenaje a sus últimos días, a su despedida, desde los ojos de aquellos que la acompañaron...
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