Fay es una adolescente feliz, con una vida plena cuya
existencia se torna gris y atormentada tras un trágico cambio en su entorno
familiar más cercano. Mas esta situación no será sino la punta del iceberg, sus
problemas comenzarán a crecer cuando una inexplicable presencia, de aspecto muy
similar al suyo, comienza a perseguirla, creando la razonable duda de si quiere
ser su réplica o por el contrario, quedarse con su vida… pero, es real,
sobrenatural o producto de una mente adolescente golpeada por la vida?
Isabel Coixet (La vida secreta de las palabras, Mi vida
sin mí, A los que aman…etc) da un giro radical en su carrera adentrándose en el
género de terror firmando no sólo la dirección de esta película, “Mi otro yo”,
sino también el guión. Su propuesta no obtuvo el favor del público, pero menos
aún el de la crítica, que arremetió contra ella con especial saña.
Pero es “Mi otro yo” realmente tan mala como dicen? En mi
opinión, no está, ni de lejos, entre las mejores obras de esta prolífica y
polifacética autora, pero la pienso una aceptable cinta de terror psicológico
que, sin destacar ni innovar, resulta más correcta que otros films, de corte
mucho más trillado y vulgar que llegan a nuestra cartelera buscando el
escalofrío adolescente.
El papel protagonista recae en Sophie Turner (conocida,
entre otros trabajos, por su intervención en la serie “Juego de Tronos”) que
sabe transmitir con efectividad la angustia de su personaje, aunque se añora un
abanico mayor de registros en el mismo. Quizás si la película nos mostrara más
de la época en que la joven era absolutamente feliz, y no entrara tan directa a
los tiempos duros, resultara más brillante su interpretación gracias a unos
contrastes que “Mi Otro Yo” apenas muestra. A su alrededor un conocido abanico
de secundarios, como Claire Forlani, Jonathan Rhys Meyers, la siempre
interesante Geraldine Chaplin o Leonor Watling aderezan la historia pero van
poco más allá de ser meros peones alrededor de la reina de la función, Fay. Contextualizan,
acompañan, pero no hay interpretación alguna destacable, ni personaje de
particular impacto, lo que les deja una cierta sensación de haber sido
desaprovechados.
Un factor agradable y bien correcto es la ambientación
del film, tanto la sutil fotografía de Jean-Claude Larrieu como una poética
cámara, inconfundible sello de la autora, así como un ágil montaje, hacen del
visionado del film algo agradable dadas sus formas.
Resulta interesante el estudio de los miedos de la
adolescencia, el cara a cara con los demonios interiores, con la rabia
proyectada, con lo desconocido… pero su tratamiento a través de un filtro de
pretendido terror que apenas convoca escalofrío alguno por lo manido de muchos
de sus recursos y lo inefectivo de otros, la deja un tanto en tierra de nadie,
pues ni termina de ahondar en el drama humano ni las sombras de su lado
siniestro terminan por arañar la inquietud del espectador.
Es sin duda un proyecto un tanto fallido, del que mucho se
esperaba y que termina quedándose en un film de terror psicológico bien
filmado, bien realizado e interpretado pero sin demasiado carisma y menos aún
sorpresa o innovación alguna. Entretenida, agradable de ver, pero lejos de las
joyas que sabemos que esta autora sabe crear.
Enoch
Trailer:
No hay comentarios:
Publicar un comentario