Una joven agente inmobiliaria visita una casa cuya venta
se le ha encargado. Algo en sus corredores, en sus rincones más oscuros parece
susurrar, llamar su atención, y la figura de una adolescente esquiva le pondrá
sobre la pista de los macabros secretos del pasado acontecido en el lugar.
Pactos con fuerzas sobrenaturales, posesiones, criaturas que pugnan por entrar
en esta realidad… son los ingredientes de este thriller paranormal donde el
peligro pende sobre cada personaje.
Nicholas McCarthy, el que fuera director de una agradablemente
sorprendente “The Pact” continúa explorando los terrenos del terror tratando de
darle a su producto su toque personal, pero tanto como brilló en su anterior
trabajo, ahora se estrella.
Al frente del reparto encontramos a una Catalina Sandino
Moreno (nominada al Oscar, años atrás por su trabajo en “María, llena eres de
Gracia”) solvente en un papel que se le queda pequeño, rodeada de una galería
de secundarios que ni aporta profundidad, credibilidad ni empatía alguna.
La película se siente desorientada, desorganizada, con un
guión errático que no termina de profundizar en ninguno de los enigmas, tramas
y subtramas que presenta. Introduce elementos que no aportan explicación ni
interés alguno y que no ayudan más que al bostezo del espectador, si no a la
confusión del mismo. Añade situaciones y personajes sin trascendencia alguna
que coartan el desarrollo de la trama y penalizan su ritmo así como roban
tiempo a una posible definición y trasfondo de los principales que se quedan a
medias. Montaje, edición y guión patinan y la historia queda borrosamente contada
con un flujo narrativo intermitente y un ritmo que invita a la somnolencia.
Pese a la buena idea de punto de partida, pese a la buena
actuación de Catalina, y pese a intuirse cierta personalidad propia (que genera
unas expectativas que juegan en contra del film), la película no termina de
despegar para, al contrario, ir hundiéndose más y más a medida que avanza. Tiene
algún momento brillante, pero en líneas generales no sólo decepciona, sino
aburre. Fallida.
Enoch
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