Valoración:4/10Es Nochebuena, en una empresa están celebrando una fiesta navideña, pero el joven encargado de mantenimiento no estará disfrutándola, sino acometiendo su trabajo. Esta mala suerte inicial se torna a su favor cuando, inesperadamente, estalla una viral infección zombie, y coincide con su encierro en un baño de mujeres. Pero el cubículo que comienza siendo trinchera y refugio ante la oleada de muertos vivientes se tornará prisión y habrá de idear todo tipo de descabellados planes para salvar su vida y escapar.
Christian James dirige esta discreta película donde los escenarios se reducen a la mínima expresión (sí, que nadie se lleve a engaño, prácticamente la integridad de la acción transcurre entre las cuatro paredes del wc femenino) y los recursos técnicos, efectos visuales o maquillaje son poco más que anecdóticos y básicos.
Con esa base, la única opción que le queda a la película es un brillante guión y unas buenas interpretaciones que le den originalidad dentro de un tema tan manido en los últimos tiempos. ¿Lo consigue? Apenas. Las páginas del guión concatenan situaciones hilarantes y cómicas (algunas brillantes, otras surrealistas e incluso incoherentes) con conversaciones (quizás demasiado dilatadas restando dinamismo y diversión) reflexivas sin excesiva utilidad. Este hecho hace que “Stalled” consiga la carcajada en algún tramo, y el bostezo en otros, con lo que no termina de funcionar ni como comedia absurda ni como cine de terror,
A su favor apuntaremos el buen trabajo de su protagonista, Dan Palmer, que dota a su personaje de una especial simpatía que engancha fácilmente con el público. No obstante, no es suficiente para sacar a flote una película con buenas intenciones pero con un resultado menos divertido o entretenido de lo esperado.
Enoch
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