“A Serbian Film” es ya uno de los iconos de la provocación y el debate que el cine y sus límites suscita. Presa de la censura, denunciada (tras su proyección en el festival de Sitges) y prohibida , premiada en diversos festivales (en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián recibió incluso el galardón “Premio del Público por convertirse, sin ser proyectada en símbolo de la libertad de expresión”) es ya un film de referencia, polémica tanto por su contenido como por las reacciones suscitadas a nivel social y cultural.
La película nos cuenta la historia de un actor porno retirado, venido a menos, que no está pasando el mejor de sus momentos económicos. Un día se reecontrará con una antigua compañera de trabajo que no dudará, para ayudarle en su mala situación, en ponerle contacto con un director que está interesado en contar con él para un proyecto pornográfico experimental donde todo está permitido, snuff, pedofilia, drogas, violencia y total depravación. El protagonista, Milo, no tardará en precipitarse en una espiral de descenso a los infiernos y la locura.
Oscura, enferma y enfermiza, el film escrito y dirigido por Srdian Sasojevic se viste de una sordidez que se transmite a través de cada factor técnico que compone la producción, la presentación de personajes, escenarios, música, y por supuesto, un guión nacido de lo más perverso. Y sobre todo ello, la virtuosa fotografía de Nemania Jovanov, que enmarca y pinta cada sórdida escena de gris suciedad.
Destacable es la interpretación de su protagonista masculino, su descenso a los infiernos reflejado en una actuación que dota a las escenas de un plus de realismo…
Si bien cada detalle parece cuidado al máximo, para arrastrar al espectador en este viaje a la locura y remover cada fibra de rechazo en su interior, resulta curioso cómo hay ciertas escenas donde maquillaje y “efectos especiales” parecen estar terriblemente mal hechos a propósito (dado lo realista de otros momentos bien duros de la película), quizás al comprobar los tramos víctimas de censura y denuncia descubrimos el por qué, pero ni esta deferencia en la rebaja de la calidad técnica la salvó de la quema…
Un film sucio, violento, controvertido, polémico…
¿Justificables los medios visuales utilizados a modo de denuncia del estado de la sociedad serbia? Cada espectador ha de responder a esa pregunta…
Censurable? Digna de Prohibición? Bajo la opinión de quien esta crítica firma, NO, mientras los recursos utilizados se hallen dentro de la legalidad, cada espectador, en función de sus principios y ética personal, ha de decidir si visionarla o no, pero nadie sobre los demás.
Revulsivo? Contracultural? Sin duda, un película de catarsis que no dejará indiferente a nadie, lo cual siempre es interesante, pero dudo que la historia del cine haga de ella un film de culto como pudo ocurrir con , por ejemplo, “Holocausto Caníbal”, que sufrió similares orígenes.
-Enoch-
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