Valoración: 7/10
Jang Cheol-soo, tras sus trabajos como ayudante de dirección al lado del afamado realizador surcoreano Kim Ki-Duk, debuta en solitario con este film entre el drama y el gore que le reportó el premio del público en el Festival de cine Fantástico de Austin y le abrió las puertas al circuito de festivales de género (Sitges y San Sebastián entre ellos).
“Bedevilled” nos narra una trágica historia acontecida en una isla aislada, donde el tiempo parece haberse detenido y en la que permanecen apenas un puñado de familias aisladas de toda civilización. La película se centra en dos mujeres, Hae-won, que consiguió salir de la isla y ahora regresa de visita, y Bok-nam, su amiga de la infancia, que nunca abandonó el remoto lugar y que basa todas sus esperanzas en el regreso de su amada amiga para que la saque de ella. Mas los deseos de Bok-nam no se verán fácilmente cumplidos y a medida que los abusos hacia la femenina figura, permitidos en la cultura local, crecen, decide, junto a su hija, escapar, cueste lo que cueste, aunque el precio sea el derramamiento de sangre…
El film se sostiene sobre dos partes claramente diferenciadas. Una primera, puro drama con tintes de thriller psicológico donde se nos presentan los personajes y se va creando, situación violenta tras situación incómoda, el climax a medida que el espectador se torna voyeur de cuanto acontece en esa isla, lejos de toda autoridad, de toda observación civilizada. La segunda arranca cuando, tanto la protagonista como la audiencia alcanza el cénit de la indignación, y saltamos al más puro thriller sangriento, nace un slasher con una asesina implacable con el público de su lado vitoreando cada estocada.
Con el virtuosismo visual del que hace gala el cine coreano entre sus armas, y una interpretación de sus protagonistas (Seo Yeong-hee, Hwang Min-ho, Min Je, Lee Ji-eun-i, Park Jeong-hak, Ji Sung-won…), llena de verdad, que consigue, pese al abismo de distancia cultural, un sentimiento de universal empatía, logra este nuevo director una película que, si no trepidante (sufre del lastre de un quizás excesivo metraje) si resulta bien efectiva y, sobre todo ello, cala en la memoria del espectador. Bien es cierto que, como en todo producto cinematográfico que aúna elementos tan dispares, como el drama más profundo con el gore más explícito, las opiniones de los amantes de uno y otro género serán de lo más variado, particularmente y en mi opinión, logra un correcto equilibrio y una parte alimenta y ensalza la otra. Interesante.
-Enoch-
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