Valoración: 5/10
Joel Schumacher (director de “Jóvenes Ocultos” y “Linea Mortal”, entre otras) firma este thriller de doméstico acoso que le ha valido el general vapuleo de la crítica americana y un nuevo golpe a su ya irregular carrera cinematográfica.
“Bajo Amenaza” nos cuenta la historia de un matrimonio adinerado formado por Kyle (Nicholas cage) y Sarah (Nicole Kidman) que no pasa por el mejor de sus momentos. Pese a que amor y comprensión no parecen hallarse entre sus bienes más abundantes, el dinero sí lo está en demasía, razón por la que habitan, junto a su hija (Liana Liberato) en una casa ultramoderna plagada de últimas tecnologías y vanguardista diseño… pese a las familiares diferencias, todo es, o podría ser, idílico, hasta la llegada de unos “agentes de la ley” al domicilio de la familia, momento en el que se desata la pesadilla…
Si algo lastra esta producción es el más que obvio paralelismo (e inevitables comparaciones que provoca) que tiene con la película “Secuestrados”, de Miguel Angel Vivas, a la que parece intentar emular pero a la que no alcanza (ni se aproxima) en ninguno de los elementos que de la producción española hicieron un éxito. Si bien “Secuestrados” se asentaba sobre un pilar de realismo, cercanía al espectador y fácil empatía con el mismo, ese sentimiento de “te podría pasar a ti” se pierde totalmente en esta americana versión. La casa, el tipo de vida de sus protagonistas, los atacantes… todo giro del rocambolesco guión aleja más y más al espectador y, pese a que lo entretiene, nunca lo arrastra a la tensión e implicación que consiguió su alter ego pese a lo discreto de su producción.
Al ritmo del guión tramposo aunque ameno, bailan unos intérpretes que han vivido mejores momentos en sus carreras, Cage, Kidman, o Gigandet no lo hacen del todo mal pero no salvan el conjunto ni aportan la credibilidad que podía haber tapado agujeros de guión. La factura técnica, correcta, mas en absoluto destacable.
En conclusión, una película con una temática y desarrollo que innegablemente entretienen, con algún momento de interés, pero una globalidad que la hace resultar un producto de segunda fila para consumir un día de baja actividad cerebral y palomitas por doquier para acto seguido olvidarla. Entretenida, pero prescindible.
-Enoch-
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