- NO HAY AMORES EQUIVOCADOS -
Valoración: 10/10
No hay amores equivocados, estoy convencida. Amar nunca es un error, aunque no siempre conduzca a la felicidad, aunque no siempre termine en un "Y comieron perdices", o quizás porque pocas veces acaba así. En esta película, una de mis favoritas, tierna, dura, sensible, profunda, cálida y desesperanzada, los protagonistas, los amantes, pertenecen al mismo género: Al género humano. Tendría que haber bastado pero, por desgracia, este dichoso género humano está tan lleno de prejuicios que pocos se atreven a saltarlos, a ignorarlos, a desafiarlos y rebatirlos.
Ennis Del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal) se conocen mientras hacen cola para pedir trabajo a Joe Aguirre (Randy Quaid), el ranchero del pueblo. Durante el verano que pasan aislados en Brokeback Mountain cuidando ovejas, la amistad de los jóvenes vaqueros se convierte en algo más. Pero el fin del verano marca el fin de la relación. Han de regresar a la vida y el miedo estalla violento entre los dos. Ennis se queda en Wyoming y se casa con Alma, su novia de siempre, con la que tendrá dos hijas mientras se gana la vida a duras penas. Jack ha vuelto a Tejas y enamora a Lureen Newsome, la reina del rodeo. Se casan, tienen un hijo y Jack trabaja en los negocios del padre de su mujer. Transcurren cuatro años, Ennis recibe una postal de Jack. Nada más encontrarse, en un sólo segundo, comprenden que su amor ha sobrevivido a la distancia y al tiempo. Ese beso escondido es apasionado, doloroso y dramático, emocionante y agridulce. Desde ese momento, se encontrarán en supuestas excursiones de pesca varias veces al año, pero esos equipos no se estrenarán. El miedo, recuerdos de un homosexual asesinado en el pueblo cuando Ennis era un niño, la vergüenza o, simplemente, la cobardía, les aleja y separa. No cuento más. Los que la hayan visto, conocen el final, y sabrán por qué dos camisas, una dentro de la otra, me parecen una de las metáforas más tristes del cine... Vestir a tu amante como una prenda, como una camisa pegada al cuerpo, algo que puedes llevar contigo e impregnarlo con tu aroma. Es un abrazo eterno, es meter a tu amante dentro de tu propia piel, de donde nadie, ni el miedo, ni la vergüenza, puedan sacarlo... ahora que ya es demasiado tarde.
Qué triste, qué duro llegar al final y darte cuenta de que sólo tienes una vida, sólo una, y que no la has vivido con la persona que más amaste, con tu verdadero amor. Que no puedes regresar en el tiempo y decir: Sí, lo haré, te amaré abiertamente porque el amor nunca es incorrecto, nunca es motivo de sonrojo ni de humillación, porque nadie puede decirle a mi corazón quién es digno de ocuparlo. Y qué triste acariciar durante años una piel que no te estremece, que no te hace llorar de placer y emoción. Abrir los ojos cada mañana y ver a tu lado a la persona incorrecta. Porque no hay amores incorrectos pero sí personas incorrectas a nuestro lado. Nadie es culpable por amar, decía la canción, y en el pecho no late la razón, qué gran verdad! Hay personas que nunca llegan a encontrar ese gran y único amor, pero es terrible, un crimen imperdonable, encontrarlo y dejarlo marchar.
Ennis Del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal) se conocen mientras hacen cola para pedir trabajo a Joe Aguirre (Randy Quaid), el ranchero del pueblo. Durante el verano que pasan aislados en Brokeback Mountain cuidando ovejas, la amistad de los jóvenes vaqueros se convierte en algo más. Pero el fin del verano marca el fin de la relación. Han de regresar a la vida y el miedo estalla violento entre los dos. Ennis se queda en Wyoming y se casa con Alma, su novia de siempre, con la que tendrá dos hijas mientras se gana la vida a duras penas. Jack ha vuelto a Tejas y enamora a Lureen Newsome, la reina del rodeo. Se casan, tienen un hijo y Jack trabaja en los negocios del padre de su mujer. Transcurren cuatro años, Ennis recibe una postal de Jack. Nada más encontrarse, en un sólo segundo, comprenden que su amor ha sobrevivido a la distancia y al tiempo. Ese beso escondido es apasionado, doloroso y dramático, emocionante y agridulce. Desde ese momento, se encontrarán en supuestas excursiones de pesca varias veces al año, pero esos equipos no se estrenarán. El miedo, recuerdos de un homosexual asesinado en el pueblo cuando Ennis era un niño, la vergüenza o, simplemente, la cobardía, les aleja y separa. No cuento más. Los que la hayan visto, conocen el final, y sabrán por qué dos camisas, una dentro de la otra, me parecen una de las metáforas más tristes del cine... Vestir a tu amante como una prenda, como una camisa pegada al cuerpo, algo que puedes llevar contigo e impregnarlo con tu aroma. Es un abrazo eterno, es meter a tu amante dentro de tu propia piel, de donde nadie, ni el miedo, ni la vergüenza, puedan sacarlo... ahora que ya es demasiado tarde.
Qué triste, qué duro llegar al final y darte cuenta de que sólo tienes una vida, sólo una, y que no la has vivido con la persona que más amaste, con tu verdadero amor. Que no puedes regresar en el tiempo y decir: Sí, lo haré, te amaré abiertamente porque el amor nunca es incorrecto, nunca es motivo de sonrojo ni de humillación, porque nadie puede decirle a mi corazón quién es digno de ocuparlo. Y qué triste acariciar durante años una piel que no te estremece, que no te hace llorar de placer y emoción. Abrir los ojos cada mañana y ver a tu lado a la persona incorrecta. Porque no hay amores incorrectos pero sí personas incorrectas a nuestro lado. Nadie es culpable por amar, decía la canción, y en el pecho no late la razón, qué gran verdad! Hay personas que nunca llegan a encontrar ese gran y único amor, pero es terrible, un crimen imperdonable, encontrarlo y dejarlo marchar.
- Draselth -
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