Gladiator II - Ridley Scott

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Título original: Gladiator II

Año: 2024

Duración: 148 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Ridley Scott

Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni

Reparto: Paul Mescal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Pedro Pascal...

Música: Harry Gregson-Williams

Fotografía: John Mathieson

Roma se encuentra bajo el mando de dos despiadados hermanos con ansias de infinito dominio y conquista. En su expansiva voluntad, arrasarán las tierras de Numidia, y de entre los vencidos, traerán a la ciudad eterna una nueva hornada de esclavos con los que divertirse tornándolos luchadores en la arena. Sin embargo, y para su sorpresa, entre ellos se encuentra un joven cuyo linaje y ansias de venganza, podría hacer tambalear los cimientos del imperio. 

Gladiator II se enfrenta al titánico reto de erigirse como secuela de un film icónico dentro de la cinematográfica historia reciente. Para ello, se nutre de un interesante plantel de intérpretes y trata de llenar la pantalla de espectáculo y épica. ¿Lo consigue? En mi opinión, a medias. 

Si bien las batallas, dentro y fuera de la arena, se recrean con lúdico y vistoso ánimo, aderezadas por una desbordante galería de efectos visuales, y consigue con ellas despertar nuestro entretenimiento, la sangre y el dolor no logran traspasar la pantalla, dejando las emociones a medio gas. Igualmente, el buen hacer de su elenco se siente irregular, con un aceptable trabajo de Mescal, Pascal y Nielsen, ensombrecido quizás por la larga sombra de un inspirado Denzel Washington que se come la pantalla a cada aparición, desequilibrando el poder de los personajes. Pese a sus bonanzas interpretativas y visuales es quizá su narrativa la que no deja brillar del todo a la propuesta, con lo atropellado de su desarrollo y su escasa capacidad para subrayar la intensidad de ciertos giros, personajes y subtramas, restando así enteros de solemnidad y épica a una historia para la que esos ingredientes son imprescindibles para impactar y perdurar. Con todo ello, estamos ante una obra imperfecta, pero indudablemente entretenida para pasar un buen rato.